Éramos adolescentes por el segundo lustro de los años cincuenta, inmaduros, sin experiencia con un inmenso ánimo por estudiar, ingresamos al Instituto Nacional Piloto de Bachillerato Nicolás Esguerra 360 alumnos, a primero de bachillerato y fuimos dispersos en seis aulas. Corría el años de 1955.
Una pléyade
de profesores nos recibió, asistían horariamente a cumplir con las lecciones
del pensum y fue en dicho recorrido a través del tiempo cuando conocimos a Luis
María Ussa Vargas encargado de la cátedra de Ciencias Sociales que
comprendía Historia y Geografía e Historia Bolivariana.
Como muchos
de ellos, no era el profesor sino algo más, el maestro, aquel dedicado con una
inmensa ilusión por enseñarnos a entender esa disciplina metafísica de la
historia. Su intensa labor en una ascendente relación entre profesor y alumno
imprimía el rigor de la ciencia y la lógica de las humanidades. Al niño lo hace el lenguaje y no la tecnología.
De
contextura ligera y rostro sereno contrastaba con su voz suave y amable, pero exigente.
Cumplidor de su sentido ontológico y deontológico en aras de una progresiva
superación de sus deberes, inculcó en sus alumnos principios de formación y de
educación que se reflejaron más tarde en gran cantidad de profesionales
aventajados en varias disciplinas en las diferentes facultades universitarias. Gracias a su sentido vocacional, hoy, exitosamente
muchos profesionales hemos laborado nacional e internacionalmente.
El
hombre es el único ser superior que puede concebir la noción de historia, no
existe la historia sin el hombre, como un proceso de hechos seguidos, lo que le
da libertad de decisión y de destino pues siempre va al encuentro con la
libertad innata en sí mismo, para no saberse esclavizado. Goza de singularidad,
irrepetibilidad, e insustiuidad.
La
historia es actuación sólo del hombre consciente, permitiéndole percibir la
evolución desde arcaicas eras. El tiempo no existe pero deja huella, es
imaginario y allí los humanos descubrimos la dimensión de encuentro con
nosotros mismos para percibir al Absoluto. En el tiempo no cabe ningún Absoluto.
La
historia siendo el ámbito de libertad del hombre, se presenta en el campo de la
coexistencia ineludible con el mal físico y moral, por lo que demuestra la
imposibilidad de ser perfecto, sólo perfectible. Ella es escenario de un
propósito definido de Dios y constituye una tradición para lograr o construir
un todo como comunidad.
La
historia se compone de costumbres arte, política, religión, y ella determina la
razón, algo diferente de la hoy ideología decretada por la producción.
En
la mentalidad del maestro Ussa debieron rondar aquellas sabias palabras de
Sócrates: “El bien es el conocimiento, el mal la ignorancia”. Lo que cada
hombre es, constituye el objeto de la humanidad, muy acorde con el pensamiento
de Jesús. Así la comunicación con Dios se
hace trascendente y viene de Él mismo.
El
sentido integral de la historia representable en sí, significa plenitud y él lo obtuvo a través de
su ejemplo hasta los últimos momentos de su partida. Gracias a él, a su gestión
y su aporte, junto con el séquito de otros maestros, pudimos elevar el comportamiento
económico y profesional que nos permitió ser lo que somos.
Ese
dinamismo de superación se postula sólo como trascendencia en el aquí y el
ahora, es el presente continuo que Jesús predicó como Reino de Dios.
No deseo más
que esta sencilla elegía sea para reconocer su grata memoria de formación y
visión filosófica, con fundamentos sólidos en la educación desde la cual se
enfocaron nuestros valores. A nombre de
cientos los alumnos que quisieran expresar estos sentimientos nostálgicos por
su partida, no le decimos adiós profesor y maestro, pues lo llevamos
resucitado en nuestros corazones por siempre.
Profesor
Ussa, vaya usted inequívoco a la
Presencia de Dios con la seguridad de quien se salva, ha ayudado a salvar a
muchos otros de la ignorancia mostrándoles el camino hacia la virtud. Oramos
para que repose en la
presencia del Dios de Jesucristo. Su legado pedagógico nos enseña que hay vida antes de la
de la muerte, que en la vida la felicidad
es ausencia de dolor y belleza ausencia de miedo.
A
su familia nuestra condolencia y solidaridad en este momento. Gracias a ellos
por haber participado y permitido la misión del maestro educador. Heráclito
decía “Todo cambia, lo que hoy consiste, luego no consiste, nunca nos bañamos
dos veces en las aguas de un mismo río”. Pero resuenan en nuestro interior estas
bellas palabras de Ussa Vargas:
Me
sentiré más alegre que nunca. No me lamentaré de nada.
Hoy
agradeceré a Dios la alegría y felicidad que me regala.
Trabajaré
alegremente con entusiasmo y pasión invadido por
el Espíritu de Dios. Haré de mi trabajo una diversión.
el Espíritu de Dios. Haré de mi trabajo una diversión.
Comprobaré
que soy capaz de trabajar con alegría.
Comprobaré
mis pequeños triunfos. No pensaré en los fracasos.
No
tendré miedo. Actuaré valientemente. El futuro me pertenece.
Hoy tendré confianza porque Dios ayuda a quienes luchan y trabajan.
No pensaré en el pasado. No guardaré rencor a nadie.
Hoy tendré confianza porque Dios ayuda a quienes luchan y trabajan.
No pensaré en el pasado. No guardaré rencor a nadie.
Practicaré
la Ley del Perdón. Asumiré
mis responsabilidades y no
echaré la culpa de mis problemas a otras personas”
echaré la culpa de mis problemas a otras personas”
Esta
fue la impronta que Ussa Vargas clavó en nuestra alma para ser hombres de bien
y justos colombianos. Mil gracias por toda la bondad pedagógica con que fuimos
afortunadamente cobijados por usted profesor Ussa.
3 comentarios:
Soy como tu Esguerrista.Promocion 1962. Profesor Luis Ussa. Mi profesor Ussa. Que grato es recordar aquellos tiempos como estudiante del Nicolas Esguerra. El rector Nino Mora el profesor Ussa y su cuerpo de profesores. Preciado, Roa, Molina, Cardona a todos los recuerdo con carino y respeto.
Tambien Esguerrista. Promocion 1970, como no recordar nuestro vicerector Ussa, al rector Roberto Niño, la secretaria Sofia Duque y profesores: Roa, Rocha, Molina, Preciado, Saul Suarez, Jaime Sierra,Luis Emilio Rivera, Arias, Cardona, Berdugo, Villamizar, Espiritu y Mario Hernandez, entre otros. Gratos recuerdos de nuestra juventud divino tesoro que fue para no volver
Muy gratos recuerdos. Me gustaria preguntar por el profesor Benito Andrade
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