domingo, 23 de junio de 2013

PALABRAS DE UN COLEGA EDUCADOR

Palabras de Carlos Infante del 21 de Junio de 2013, 4:40 p.m. en Jardines del Recuerdo, para despedir al Profesor Luis Ussa Vargas, cuando su féretro iba a descender a la tumba.
Junto con mi señora Lida Astrid  presento mis sentimientos de dolor y solidaridad a Gustavo Adolfo, Luis Alberto y Germán Alvaro Ussa Luna, hijos amadísimos del profesor Luis Ussa, así como a sus nueras, nietos, bisnietos y  tataranieta, y a doña Elizabeth Cadena.
En este solemne momento estamos en espíritu contemplativo celebrando  la llegada gozosa a la casa del Padre Celestial , de este insigne maestro, colega de los más finos quilates académicos y humanos; del amigo de total e insustituible lealtad; del esposo, padre  y abuelo amantísimo y del varón de extraordinaria generosidad, profesor Luis María Ussa Vargas.
Son innumerables las generaciones de educadores y discípulos del profesor Ussa, quienes han constituido legión en todo el territorio nacional, y quienes podrían dar testimonio cierto de la real verdad y sabiduría, encarnadas en Don Luis Ussa Vargas, como educador y como persona de excepciones cualidades humanas.
Oriundo de Güicán (Boyacá),  población iluminada por la deslumbrante blancura perpetua de la Sierra Nevada de Güicán y de El Cocuy, tierra de fértiles plantíos y de gente de gran generosidad y acogida, como lo vimos en el mismo profesor Ussa.
Nuestro personaje realizó sus estudios superiores en Ciencias Sociales en al Normal Superior de Estudios Universitarios de Bogotá, convertida hacia 1.951 en la Universidad Pedagógica de Colombia, trasladada a Tunja.
Inició el profesor Ussa su labor docente en el Colegio Nacional José Eusebio Caro de la ciudad de Ocaña (Norte de Santander),  donde pronto llegó a ser Vicerrector y luego Rector encargado. En esta ciudad contrajo matrimonio con la gentil y distinguida dama doña Mary Luna, de renombrada estirpe, con quien tuvo y formo sus hijos, anteriormente mencionados, y a quien conocimos y tuvimos el honor de tratar, pero quien infortunada y prematuramente falleció.
Durante un corto lapso de tiempo fue el profesor Ussa a ejercer la docencia a Barranquilla, de donde  salió luego para la Vicerrectoría del prestigioso Colegio Nacional San Simón de Ibagué, del cual fue rector por algún tiempo.
Por último, vino a posesionarse como vicerrector del Instituto Nacional Piloto  Nicolás Esguerra de Bogotá, cargo que ocupó hasta el final de su carrera educadora. 
Ahí lo conocimos, y lo conoció todo el profesorado  de los Colegios Nacionales y Distritales de Bogotá y muchas generaciones  de estudiantes esguerristas. Ahí  también fuimos sus colegas y colaboradores subalternos, pero siempre amigos.
Tal vez por su  sabio contacto con la juventud y por su natural índoles de relación afable y por su especial uso de la palabra, siempre bondadosa y enmarcada en un rostro sonriente, pudo reflejar en su actitud y comportamiento el candor, el resplandor y la ternura de un niño, lo cual cautivo a todos y parece que nos lo dejó como uno de sus legados: que nos asemejáramos a él.
Maestro cabal y querido, profesor Luis Ussa Vargas! Hoy su ausencia terrena deja un total vacío en nuestros corazones. Pero descanse jubiloso y en paz en la presencia luminosa de Dios, porque supo vivir a plenitud la vida del justo del Evangelio. Sus  enseñanzas se prolongarán sin término por generaciones en la mente, en el alma  y en la acción de sus seres queridos y de todos los que lo amamos, porque usted fue sembrador de amor. La semilla que sembró es imperecedera.
Gracias, Señor Jesucristo, por habernos dado como paradigma de rectitud y de virtudes a éste gran hombre y maestro, Luis Ussa Vargas. Hasta luego, maestro y amigo.

Carlos A. Infante Rivero.

viernes, 21 de junio de 2013

ADIÓS PROFESOR USSA

Éramos adolescentes por el segundo lustro de los años cincuenta, inmaduros, sin experiencia con un inmenso ánimo por estudiar, ingresamos al Instituto Nacional Piloto de Bachillerato Nicolás Esguerra 360 alumnos, a primero de bachillerato y fuimos dispersos en seis aulas. Corría el años de 1955.
Una pléyade de profesores nos recibió, asistían horariamente a cumplir con las lecciones del pensum y fue en dicho recorrido a través del tiempo cuando conocimos a Luis María Ussa Vargas  encargado de la cátedra de Ciencias Sociales que comprendía Historia y Geografía e Historia Bolivariana.
Como muchos de ellos, no era el profesor sino algo más, el maestro, aquel dedicado con una inmensa ilusión por enseñarnos a entender esa disciplina metafísica de la historia. Su intensa labor en una ascendente relación entre profesor y alumno imprimía el rigor de la ciencia y la lógica de las humanidades. Al niño lo hace el lenguaje y no la tecnología. 
 De contextura ligera y rostro sereno contrastaba con su voz suave y amable, pero exigente. Cumplidor de su sentido ontológico y deontológico en aras de una progresiva superación de sus deberes, inculcó en sus alumnos principios de formación y de educación que se reflejaron más tarde en gran cantidad de profesionales aventajados en varias disciplinas en las diferentes facultades universitarias. Gracias a su sentido vocacional, hoy, exitosamente muchos profesionales hemos laborado nacional e internacionalmente. 
El hombre es el único ser superior que puede concebir la noción de historia, no existe la historia sin el hombre, como un proceso de hechos seguidos, lo que le da libertad de decisión y de destino pues siempre va al encuentro con la libertad innata en sí mismo, para no saberse esclavizado. Goza de singularidad, irrepetibilidad, e insustiuidad.
La historia es actuación sólo del hombre consciente, permitiéndole percibir la evolución desde arcaicas eras. El tiempo no existe pero deja huella, es imaginario y allí los humanos descubrimos la dimensión de encuentro con nosotros mismos para percibir al Absoluto. En el tiempo no cabe ningún Absoluto.
La historia siendo el ámbito de libertad del hombre, se presenta en el campo de la coexistencia ineludible con el mal físico y moral, por lo que demuestra la imposibilidad de ser perfecto, sólo perfectible. Ella es escenario de un propósito definido de Dios y constituye una tradición para lograr o construir un todo como comunidad. 
La historia se compone de costumbres arte, política, religión, y ella determina la razón, algo diferente de la hoy ideología decretada por la producción.
En la mentalidad del maestro Ussa debieron rondar aquellas sabias palabras de Sócrates: “El bien es el conocimiento, el mal la ignorancia”. Lo que cada hombre es, constituye el objeto de la humanidad, muy acorde con el pensamiento de Jesús. Así la comunicación con  Dios se hace trascendente y viene de Él mismo.
Luis María Ussa Vargas intuía que la historia es siempre un proceso abierto e impredecible en su concreción teórico especulativa y termina en la muerte física, cuando desaparece lo témporo-espacial con el hombre allí incluido. Creyó que al hombre se debe formar consiente, responsable y dinámico en una sociedad exigente de competencias en nuestra Colombia.
El sentido integral de la historia representable en sí,  significa plenitud y él lo obtuvo a través de su ejemplo hasta los últimos momentos de su partida. Gracias a él, a su gestión y su aporte, junto con el séquito de otros maestros, pudimos elevar el comportamiento económico y profesional que nos permitió ser lo que somos.
Ese dinamismo de superación se postula sólo como trascendencia en el aquí y el ahora, es el presente continuo que Jesús predicó como Reino de Dios.
No deseo más que esta sencilla elegía sea para reconocer su grata memoria de formación y visión filosófica, con fundamentos sólidos en la educación desde la cual se enfocaron nuestros valores.  A nombre de cientos los alumnos que quisieran expresar estos sentimientos nostálgicos por su partida, no le decimos adiós profesor y maestro, pues lo llevamos resucitado en nuestros corazones por siempre.
Profesor Ussa,  vaya usted inequívoco a la Presencia de Dios con la seguridad de quien se salva, ha ayudado a salvar a muchos otros de la ignorancia mostrándoles el camino hacia la virtud. Oramos para que repose en la presencia del Dios de Jesucristo. Su legado pedagógico nos enseña que hay vida antes de la de la muerte, que en  la vida la felicidad es ausencia de dolor y belleza ausencia de miedo.
A su familia nuestra condolencia y solidaridad en este momento. Gracias a ellos por haber participado y permitido la misión del maestro educador. Heráclito decía “Todo cambia, lo que hoy consiste, luego no consiste, nunca nos bañamos dos veces en las aguas de un mismo río”. Pero resuenan en nuestro interior estas bellas palabras de Ussa Vargas:

Seré feliz. Expulsaré  de mi espíritu todo pensamiento triste.
Me sentiré más alegre que nunca. No me lamentaré de nada.
Hoy agradeceré a Dios la alegría y felicidad que me regala.
Trabajaré alegremente con entusiasmo y pasión invadido por 
el Espíritu de Dios. Haré de mi trabajo una diversión.
Comprobaré que soy capaz de trabajar con alegría.
Comprobaré mis pequeños triunfos. No pensaré en los fracasos.
No tendré miedo. Actuaré valientemente. El futuro me pertenece.
Hoy tendré confianza porque Dios ayuda a quienes luchan y trabajan. 
No pensaré en el pasado. No guardaré rencor a nadie.
Practicaré la Ley del Perdón. Asumiré mis responsabilidades y no 
echaré la culpa  de mis problemas a otras personas
Esta fue la impronta que Ussa Vargas clavó en nuestra alma para ser hombres de bien y justos colombianos. Mil gracias por toda la bondad pedagógica con que fuimos afortunadamente cobijados por usted profesor Ussa.

CELEBRACIONES EN FAMILIA

CELEBRACION 70 AÑOS DEL COLEGIO

Era la mañana fría y brumosa del 9 de septiembre de 2011, cuando acudimos a las instalaciones del Instituto Técnico Central, donde se originó la cuna de nuestra amada institución. Si estas estructuras revelaran los secretos de la maravillosa labor educativa con que muchos hombres sencillos, cuyo espíritu sano, altruista, bondadoso y exigente moldearon niños adolescentes para convertirlos en hombres de bien e hijos de Dios útiles a la Patria, harían un cambio fundamental en la sociedad colombiana.
Elaboramos el programa y el día 10 en el aula máxima bajo la las letras y notas del Himno Nacional, del Himno de Bogotá y del Himno del Instituto cuyos compositores fueron los profesores José Arias Nieto y  José Emilio Rivera

Pude presentar una conferencia audiovisual sobre la Historia del Instituto Nacional Piloto desde sus inicios, la cual agradó a los asistentes y fue solicitada por las directivas del Colegio. Visitamos las instalaciones de la monumental edificación de estilo francés y recordamos paso a paso miles de momentos gratos de nuestra juventud, aunque no dejaron de pasar por el telón de nuestra mente algunos sinsabores que edificaron nuestras personalidades.
Luego debíamos dirigirnos al Colegio de la carrera 68 como invitados especiales para la Izada de la Bandera, acto lleno de colorido y de entusiasmo por parte del profesorado, de los educandos y de los ex-alumnos. A nombre de muchas generaciones, dirigí unas palabras confrontando la pedagogía de nuestra época con la de hoy. 
Posteriormente el programa por el renacimiento de todos esos recuerdos que nos atan al Bachillerato y esos lazos de amistad que nos unen, celebramos en uno de los restaurantes de la calle 93 un simposio en que la gratitud y el entendimiento de los eméritos maestros educadores, con el viviente recuerdo de esos bellos años, se manifestaron en palabras del profesor José Alirio Preciado.
El pasado no se puede modificar, pero se puede visitar, el futuro no existe, lo fabricamos en el presente y no nos damos cuenta que requerimos de la contemplación y de la espiritualidad para poderlo saborear. Su mensaje fue edificante, con palabras que coinciden con lo ético y lo moral.
El cristianismo de ser una religión sensible a la amargura, ha pasado a ser una religión hipersensible al pecado.
La primera mirada dejó de centrarse en el sufrido, en el ignorante y se fijó en la culpa.
La ciencia no tiene conciencia.
La economía no tiene compasión.
Los dogmas del capitalismo neoliberal son inhumanos.
Don dinero se ha convertido en el ídolo de mayor poder en el mundo, para subsistir exige más víctimas, deshumanizando a quienes le rinden culto. Y es un personaje atrayente desde la antigüedad como nos recuerda en su poema "El poderoso caballero Don Dinero" de Don Francisco de Quevedo.
Jesús insulta a los ricos que almacenan en sus graneros mucho grano, y los ridiculiza porque no pueden mantener su vida y su salud.
La lógica que impone el capitalismo es insensata neoliberal, que consiste en agrandar y seguir llenando graneros empujando a todos a acumular insaciablemente bodegas y a anhelar bienestar, generando hambre, pobreza y muerte como históricamente recordamos a las autoridades político religiosas del templo judío y el imperio romano. Todo se hace desde la lógica del dinero. 
QUE BELLOS RECUERDOS NOS TRASPORTAN PARA ENTENDER QUE EL DESTINO DE LA VIDA SE FORJO DESDE ESA ÉPOCA Y QUE NUESTROS FRACASOS SE PRODUJERON PORQUE CUANDO TUVIMOS QUE DECIR NO, DIJIMOS SI, Y VICEVERSA.

CONSIDERACIONES ACTUALES

REUNIONES DE MEDIO DIA

REUNIONES SOCIALES